La iglesia evangélica costarricense
Según el doctor Wilton Nelson la exploración, conquista y colonización española realizadas en nuestro país a partir del año 1519 tuvo como finalidad «salvar el alma del indio y apoderarse de su oro. A veces esto se realizaba por medios pacíficos y otras veces con gran violencia.» (Nelson, 4).
Para entonces, Costa Rica era considerada una provincia de la capitanía de Guatemala; tenía como capital la ciudad de Cartago y la población era muy escasa y “la pobreza era tan grande y las familias vivían tan separadas unas de otras, que no podían o no querían asistir a los cultos religiosos una de las características principales de la colonia” (Nelson, 5). Como resultado de esta apatía se construyeron pocas iglesias y las autoridades religiosas decretaron que “so pena de excomunión mayor, que se cumpliera más rigurosamente con los deberes religiosos en las regiones rurales” (Nelson, 6).
Como se puede apreciar, en sus primeros años de la conquista española la obra evangelizadora se llevó a cabo a través de la fuerza y la imposición de la iglesia Católica, mezclada con el afán de los españoles de obtener riquezas. Así que, la conquista tuvo dos caras: la espada para subyugar a los indios y la cruz para imponer su religión.
Cuando Costa Rica alcanzó su independencia, los gobiernos instaurados durante estos primeros años de vida independiente mantuvieron su lealtad a la iglesia Católica; sin embargo, dada la importancia de estrechar vínculos comerciales con países protestantes, se legisló para que los extranjeros tuvieran libertad de fe religiosa; esa apertura fue reforzada por los gobiernos liberales presididos por algunos de nuestros ex presidentes, quienes creía y pregonaban la libertad de culto.
Como resultado de las reformas liberales, el escenario religioso permitió el arribo de comerciantes e inversionistas y trabajadores protestantes que ayudaron a promover el auge socioeconómico del país. Para el año 1891 llegaron los primeros misioneros procedentes de Estados Unidos para evangelizar a la población costarricense.
Luego a partir del año 1916 se estableció en San José la Misión Latinoamericana promoviendo campañas evangelísticas y establecimiento varias instituciones evangélicas con proyección social, evangelístico y para formar obreros laicos para plantar nuevas congregaciones.
De este esfuerzo de evangelización, discipulado, formación de obreros y establecimiento de nuevas congregaciones, surgió nuestra denominación Asociación Iglesias Bíblicas Costarricenses. Posteriormente, en el año 1958 se establece oficialmente la Iglesia Bíblica Nazareth.