El culto público es complemento de la adoración personal. Por esta razón, nuestra iglesia ha programado las celebraciones donde asisten sus miembros y personas invitadas para que disfruten de la presencia de Dios en un ambiente amigable. Nuestro enfoque al programar las celebraciones es entonar alabanzas con contenido bíblico y que exalten la persona y obra de Cristo y al Trino Dios, para este fin, el ministerio de alabanza cumple una función muy relevante al guiar, estimular y motivar a los participantes de las celebraciones a alabar a Dios en un ambiente de alegría y libertad. Además, con la finalidad de que las personas puedan entonar las alabanzas, el ministerio de alabanza coordina con los encargados de audiovisuales para que la letra de los cantos esté disponible en la pantalla.
Es nuestro anhelo edificar una iglesia amigable, respetuosa y servicial, por esta razón, unida a un ambiente de adoración, nos preocupamos por darle una cordial bienvenida a los visitantes, abrimos el espacio durante la celebración para expresarles nuestra amistad sincera y, especialmente, que los asistente perciban un ambiente espiritual reforzado por el calor humano que transmiten los ujieres.
Con respecto a la predicación, nuestro énfasis es el sermón expositivo. En nuestras celebraciones se imparte la Palabra de Dios con explicaciones del contexto del pasaje bíblico y cómo aplicarlo a la vida diaria.