Desde los albores de la formación de la Iglesia Bíblica Nazareth nuestra congregación se ha caracterizado por enfatizar la centralidad de la Biblia en la predicación, en los estudios bíblicos, en la formación de discipulados a través de grupos pequeños y, especialmente, en la aplicación y obediencia de sus mandamientos, principios y valores que ayudan a la formación espiritual de sus miembros.
Unida a este énfasis bíblico práctico, nuestra congregación destaca la centralidad de la persona y obra de Cristo en su mensaje, evangelización y en su acción discipuladora. Ser una iglesia Cristocéntrica es nuestro mayor desafío e inspiración para cumplir con la Gran Comisión dada por el Señor a su iglesia.
En los últimos años, la pastoral ha resaltado la relevancia y prioridad de edificar una iglesia saludable, amigable y familiar. Esto implica, estrechar los vínculos de amistad cristiana entre sus miembros, recibir a sus visitas con una actitud de respeto y aprecio, descartar las actitudes condenatorias que denigran el mensaje del amor de Dios con el fin de que encuentren en nuestro seno la aceptación, el perdón de Dios y su valor como personas que merecen respeto, tolerancia y calidez humana.
Ser una iglesia familiar resalta el valor que tiene la persona en el propósito salvífico de Dios de formar un pueblo para que se constituya en “la familia de Dios”, en el “cuerpo de Cristo” y “morada del Espíritu Santo”.